March 21, 2014
San Vicente de Paul
Misión Cuaresmal abril del 8 al 10
7:30 PM - 8:30 PM
Iglesia de San Vicente de Paul
Hermanos y hermanas en Cristo,
En cada una de nuestras vidas nos encontramos con el sufrimiento - el sufrimiento en nuestros matrimonios, nuestras familias y nuestras luchas en el trabajo. Puede haber días en que usted piensa que sufre y las cosas malas sólo parecen seguir; usted y su familia se preguntaran " ¿Por qué " siempre está ahí el la angustia- ¿Por qué sufrimos ? y por otra parte nos preguntamos, si Dios es todopoderoso y si Dios es todo amor ¿no tiene él el poder y la voluntad de poner fin a nuestro sufrimiento?
El hecho es que la mayoría de nuestros sufrimientos en la vida se debe a las heridas que nos hacemos a nosotros mismos o a con las heridas que otros nos infligen debido al poder del mal en el mundo y Dios no quiere esto, Él tiene el poder de sanar estas heridas y poner fin a nuestro sufrimiento. Una de las maneras en las que Él hace esto es a través del Sacramento de la Reconciliación - uno de los dos sacramentos de sanación.
Durante la Misión Cuaresmal de este año vamos a explorar este tema, la Misión será el 8, 9 y 10 de abril. Toda la comunidad se reunirá en la iglesia por un período de oración y adoración y después nos separaremos en grupos a reflexionar sobre las de charlas presentadas ayudaran en esto el padre Francisco en español y el Padre Christopher en Inglés. Concluiremos cada noche al regresar juntos para una oración final.
El servicio de Penitencia (confesiones) Cuaresmal coronará la misión el día viernes 11 de abril; sin embargo, el servicio penitencia de este año será un poco diferente. En lugar de un "servicio" penitencial, un número de sacerdotes (incluyendo otros que nos visitan de otras parroquias) estarán disponibles desde las 6:00 PM hasta las 10:00 PM para confesiones. Esto permitirá que usted pase el tiempo que usted crea necesario en el sacramento de la confesión.
Esperamos que todos aprovechen esta oportunidad para unirnos como una comunidad, para orar, adorar y permitir que Dios sane las heridas en nuestras vidas a través del Sacramento de la Reconciliación.